30 diciembre, 2013

¡¡¡¡SE VIENE UN NUEVO AÑO!!!


Cada fin de año vivimos procesos similares, nos reunimos con la familia; expresamos cariño y enviamos saludos a personas con las que nos vinculamos durante el año de una u otra manera; reflexionamos en lo bueno y lo malo. Lo hacen los noticieros, los programas de radio y televisión, los ministerios,  pastores e iglesias.

Y es bueno tomar un tiempo de análisis de saber qué estuvo bien, excelente, o no tanto, y qué nos faltó por hacer,  tal vez un poco más de tiempo, más dedicación a algo, más esfuerzo, más conversaciones de nivel.

Como UNIDAD DE MINISTERIOS INFANTILES DE CHILE (UMICH)  y como su directora, quisiera en esta oportunidad en nombre de cada integrante de la mesas de UNIDAD que se han conformado, simplemente agradecer: Primero a DIOS por su fidelidad y respaldo en lo sobrenatural.   Gestó contactos, abrió puertas, movilizó a personas en un mismo sentir y suplió recursos para llevar a cabo varios desafíos:

Abrir UMICH V región, avanzar en UMICH Talagante, cursos de Capacitación y charlas a iglesias de distintas denominaciones, una página web, la ofrenda de un espacio radial, participación en la televisión con temáticas de niñez, desayunos  para pastores y líderes de niños y un Congreso que reunió a liderazgo del norte y sur del país.

También quiero agradecer a quienes apoyaron.  En primer lugar al EQUIPO, presente en mil y una reuniones.  Ellos son UMICH ¡gracias por estar y creer en este proyecto! 

A quienes ofrendaron tiempo, recursos y dedicación; a quienes oraron por cada uno de nosotros y por los proyectos que se planificaban.

También a quienes asistieron a las distintas capacitaciones, ya que, nos hicieron sentir la mano de Dios diciendo “¡Vamos! Sigan adelante!”

A quienes nos escribieron palabras de ánimo y bendición que,  definitivamente, llegaron en tiempo oportuno.

A los ministerios con los que trabajamos este año en alianza.

Agradecer a los pastores que dejaron a sus líderes capacitarse a través de UMICH y  continuar creciendo como obreros aprobados en la labor con la infancia. 

Pastores que oraron por nosotros, que nos llamaron para bendecir nuestra labor; Pastores que creen y que han tomado la niñez como un nuevo desafío en sus iglesias con el fin de alcanzarlos con el evangelio de Jesucristo, levantarlos y potenciarlos como agentes de transformación (Ventana 4/14).

¡Gracias a las familias  detrás de cada miembro de UMICH! que entendió y respaldo cada reunión y tiempo dedicado a favor del Reino de Dios. (Hago mención especial a mis hijos de 8 y 9 años que nos acompañaron a cada reunión y mi esposo parte valioso en este equipo) 

A líderes del extranjero que conocen lo que hacemos, nos apoyan, y nos han asesorado y guiado en muchas oportunidades. ¡Gracias por sus consejos, oraciones y palabras de aliento!

Sólo puedo en representación de cada integrante de UMICH dar las gracias, animarles a no desmayar en el trabajo con la niñez, entendiendo que cada pequeña vida es una ventana de oportunidad para formar nuevos líderes, pastores, misioneros... y lo más importante la oportunidad de ganar un HIJO DE DIOS.

“…pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está adelante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” Fil. 3:13.

Estás en el lugar correcto no dejes de “restaurar los escombros de antaño; reparar las ciudades en ruinas, y los escombros de MUCHAS GENERACIONES” Is. 61:4.

Y toma este 2014 como un nuevo año de oportunidades y desafíos para extender el reino de Dios y “abrir zurcos en terrenos no labrados” Jer. 4:3.

¡MUCHAS BENDICIONES PARA ESTE AÑO 2014!

Carol Espinaza
Directora


UMICH

25 diciembre, 2013

¡SALUDO DE NAVIDAD!

¡NAVIDAD!   Es el plan perfecto de Dios para acercarnos a Él, para dejarnos nuevamente correr a sus brazos. 

Era necesario pagar el precio, sería con dolor,  sangre y muerte.   Era un precio demasiado alto y alguien tenía que pagarlo.   Sería ese niño nacido allí junto a los animales, amado por sus padres, alumbrado por una gran estrella, adorado por los ángeles y pastores, visitado por reyes del oriente.

El niño nacido que daba su primer llanto en esa noche de Belén, se transformaba en la Esperanza de la humanidad, en la puerta de acceso a la vida eterna,  en el camino a la salvación para todos quienes creyeran en él.

¡GRACIAS JESÚS por tu nacimiento!


¡FELIZ NAVIDAD Les desea la Unidad de Ministerios Infantiles de Chile!