¡NAVIDAD! Es el plan perfecto de Dios para acercarnos
a Él, para dejarnos nuevamente correr a sus brazos.
Era
necesario pagar el precio, sería con dolor, sangre y muerte. Era un precio demasiado alto y alguien tenía
que pagarlo. Sería ese niño nacido allí
junto a los animales, amado por sus padres, alumbrado por una gran estrella,
adorado por los ángeles y pastores, visitado por reyes del oriente.
El niño nacido
que daba su primer llanto en esa noche de Belén, se transformaba en la
Esperanza de la humanidad, en la puerta de acceso a la vida eterna, en el camino a la salvación para todos
quienes creyeran en él.
¡GRACIAS JESÚS por tu nacimiento!
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